Educar juntos hacia una educación consciente
En la actualidad es prácticamente imposible educar en soledad. Los niños y niñas nacen en un mundo lleno de conexiones, con adultos compartiendo la crianza desde diferentes roles.
Nosotros mismos somos el recurso más grande para educar, con nuestras habilidades personales y a la vez con nuestros nudos internos que influencian en cómo nos relacionamos con las niñas y niños.
Compartir las ideas e inquietudes entre adultos nos permite crear una red educativa más consciente, aprovechando las sinergias y las experiencias.
Compartir las inquietudes, la importancia de reflexionar juntos sobre educación
La infancia es una etapa de la vida repleta de emociones intensas, mucha dicha y a la vez dificultades. Acompañar a los niños y niñas no siempre es fácil: aparecen dudas, miedos, preocupaciones, dinámicas que se encajan y situaciones que remueven temas internos. Y lo más curioso e interesante es que todo esto ES LO MÁS HABITUAL entre padres, madres y educadores.
Cuando ponemos atención en nuestros nudos los podemos reconocer. También al expresar nuestras dificultades y experiencias nos adentramos en el camino de la solución: tomamos nuestra responsabilidad para cambiar aquello que no está funcionando. Y así, poco a poco podemos ir encontrando las reflexiones que nos ayudarán a descubrir el propio camino para deshacer nudo a nudo. Y en el compartir estas inquietudes podemos conocer caminos que han seguido otras personas para superar los retos de la crianza.
Proponemos educar juntos como una comunidad de aprendizaje, porqué educar juntos es aprender juntos sobre educación.