Los límites en la crianza son tan necesarios como el límite de un molde cuando haces un pastel: sostienen el contenido y permiten que el alimento tome su forma sin desparramarse. Los niños y niñas necesitan que les acompañemos mostrando donde están los límites de sus actuaciones (y también de las de los demás), esto les dará seguridad y les ayudará a crecer en sociedad afirmándose como individuos. La finalidad de los límites es favorecer la convivencia y bienestar común, ayudando a tomar conciencia de que sus actuaciones tienen efectos en los demás.
Muchas mamás y papás me comentan que ellos recibieron muchos límites de sus padres, hasta el punto de sentir una autoridad que les coartaba. A veces por este motivo desean criar con un estilo totalmente contrario y poner pocas normas en el hogar. Aun así, hemos de plantearnos qué normas son básicas en nuestra familia y no perderlas de vista. Por ejemplo: si nuestro hijo de 2 años nos pega porqué está enfadado, no debemos tener miedo de decirle: “A mamá no se la pega. No me gusta esto, me estás haciendo daño”. Este límite no solo ayudará en nuestra relación, sino que él aprenderá que con ese gesto daña, extrapolándolo a otras relaciones que tendrá y pudiendo interiorizarlo para sí mismo de forma inconsciente: “si a mamá no le gusta que le peguen y me lo dice con palabras, yo puedo incluir esto en mi memoria y quizá decirlo también cuando alguien me dañe”.
Hay normas básicas que cada familia tiene que consensuar y hacerlas explícitas, y otras en las que se puede ser más flexible. La crianza no debe convertirse en una lucha y los límites no deben ser: “se hace esto porqué lo digo yo”, sino ser mínimamente argumentados (adaptando el lenguaje según la edad).
Es necesario preguntarnos es qué hay detrás de nuestra forma de relacionarnos con los niños. Vale la pena darnos cuenta si al poner límites nos sentimos de una forma u otra y si esto influye a nuestro estilo educativo. Por ejemplo: si siento culpa al poner límites quizá me lleva a no hacerlo de forma clara. Los límites deben ser claros y respetuosos, nunca abusivos ni ambiguos. Y esto no siempre es fácil de cumplir. ¿Cómo es para ti poner límites?
✏️Texto de Gemma Puigcercós @educarjuntos
🖌Ilustración de Greta Serra @gretaserra